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El poder de la palabra.
"Es verdad que las palabras son sonidos que se pierden en el espacio, pero son vectores con un poder muy grande.
Este poder se hace evidente incluso en situaciones muy corrientes.
Suponed que una persona dice a otra: 'Eres verdaderamente formidable, lo que haces es extraordinario...'
Quien recibe estos cumplidos experimenta una cierta alegría o una cierta exaltación.
Si por el contrario se critica a la misma persona o se le hacen observaciones desagradables, esta se enfada.
La alegría y el enfado han sido provocados por las palabras y este es un signo claro de su poder."
Kyabje Kalu Rinpoche.
Fuente: Sukhasiddhi Dag Shang Kagyu

Cuando nos relacionamos con los demás es fundamental observar qué pasa. ¿Qué tipo de sensaciones experimentamos en relación a la persona que tenemos en frente?, ¿qué pensamientos surgen?, ¿son pensamientos virtuosos o aflicciones mentales?
Si nos damos cuenta de nuestra propia degeneración, que estamos cultivando engaños mentales tendremos que reconocer que es por nuestra propia culpa, no de la persona frente a nosotros.
No deberíamos focalizarnos en lo que hace esta o aquella persona, sino pensar en corregirnos a nosotros mismos. Si no nos corregimos, no habrá manera de mejorar."
Ven. Tenzin Kyenrab Rinpoché
El Buddha dijo que la vida está disponible sólo en el momento presente. El pasado se ha ido, el futuro aun no llegó, tienen sólo un momento para estar vivos. Ese es el momento presente. Tan simple y tan profundo. Tienen una cita con la vida. No deberían perder esa cita. La vida es lo más precioso.Deben conocerla, deben estar con ella. Y ustedes saben algo, la vida solo está disponible en el aquí y el ahora, en el momento presente. Así que no pierdan su cita con la vida. No pierdan el momento presente. Esta es la razón por la cual la quinta práctica es maravillosa. Si practican así, tienen mucha alegría ya sea que estén en su almohadón o en su cama o en la posición de meditación caminando. “Momento Presente, Momento Maravilloso”.
Thich Nath Hanh
Tu
silencio interno te vuelve sereno. Practica el arte de no hablar.
Thich
Nhat Hanh
EL SUFRIMIENTO CESA
cuando se erradican las visiones erróneas.
Casi todas las sensaciones dolorosas tienen su
origen en un modo incorrecto de mirar la realidad. Cuando veas su origen,
comprenderás su naturaleza. Verás que son impermanentes y, gradualmente,
permanecerás imperturbable ante su aparición o desaparición.Thich Nhat Hanh
Fuente: Grupo de
Facebook Thich Nhat Hanh en español
https://www.facebook.com/groups/329720944674/
Para ver el enlace pincha sobre el:
Amor Romántico Amor Genuino - Jetsunma Tenzin Palmo
Extracto de una entrevista realizada a Jetsunma Tenzin Palmo en la que nos habla de la diferencia entre el amor romántico y el amor genuino.
"El problema es que confundimos la idea del amor con el apego, suponemos que el control y el apego que padecemos en nuestras relaciones es una muestra de amor, cuando, en realidad, es solo apego causandonos dolor... El apego dice: <<te quiero, por eso quiero que me hagas feliz>>. El amor genuino dice: <<te amo, así que quiero que seas feliz; y si eso me incluye a mi, ¡¡genial!!, y si no lo hace,está bien, yo sólo deseo tu felicidad>>...”
Jetsunma Tenzin Palmo (Londres,1943) una de las primeras mujeres occidentales en recibir ordenación como monja budista en la tradición tibetana, es conocida por su retiro solitario de doce años en una cueva en los Himalayas. Actualmente Jetsunma divide su tiempo entre sus actividades como maestra de Dharma por muchos países de Asia y Occidente, y sus responsabilidades como guía espiritual y directora de su monasterio en Himachal Pradesh, India.
Fuente: Loto Blanco -Facebook-
¿Qué se necesita para ser feliz?
Para un monje budista, la clave está en una
sencilla rutina que toma apenas 15 minutos al día.
Se trata de Matthieu Ricard, doctor en biología
molecular, nacido en Francia hace 69 años. Además, es asesor personal del Dalai
Lama, y autor de libros como Journey to Enlightenment y Plaidoyer
pour le bonheur.

El estudio reveló que Matthieu tenía, a diferencia del
ser humano promedio, un nivel más alto de actividad en la corteza cerebral
prefrontal izquierda, asociada a las emociones positivas.
Su clave para ser feliz es…
Más allá de la riqueza, un matrimonio estable o el
éxito laboral, Matthieu Ricard compartió al portal Business Insider que uno de sus secretos para una
vida plena es enfocarse en ayudar a otros. De hecho, sugiere comenzar con 15
minutos completamente dedicados a generar pensamientos altruistas.
Para este hombre, enfocarse en uno mismo todo el
tiempo es agotador, estresante y, en última instancia, conduciría a la
infelicidad. “Pensar siempre en el ‘yo, yo, yo’ el día entero es muy agotador.
Y es miserable”, declaró Ricard al sitio mencionado.
Conseguir la felicidad, a decir del monje, es esforzarse
en ser una “buena persona”. Esto no solo haría que el ser humano se sienta
mejor, sino que también lograría que otros también lo hagan.
Por supuesto, no se trata de permitir que otros abusen
de nosotros. “Es, más bien, esforzarse por ser amables dentro de lo razonable”,
contó a Business Insider.
¿Cuál es su secreto para ser feliz?
Si la cabeza está llena de pensamientos de compasión y
solidaridad, se podría alcanzar un estado muy saludable de la mente, “propicio
para el florecimiento. El cuerpo será más saludable y la gente
va a percibirlo como algo bueno”, señaló Matthieu.
Este monje parte de la idea de que existe un potencial
de bondad en cada ser humano. Por ello, para enfocar la mente hacia
pensamientos positivos y de solidaridad, dijo que es necesario ejercitarla.
Matthieu lo hace a través de la meditación.
De hecho, participó en una investigación publicada por las Actas de la Academia
Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS,
por sus siglas en inglés), en la que asegura que 20 minutos de
meditación diaria podrían ayudar a crear cambios neuronales a largo
plazo.
Ejercitar la mente
“Con el entrenamiento mental, siempre podemos alcanzar
un mayor nivel de felicidad. Es como correr. Si entreno, podría correr una
maratón. Quizá no llegaría a ser un campeón olímpico, pero hay una gran
diferencia entre quienes entrenan y quienes no. Así que, ¿por qué no aplicarlo
a la mente? La felicidad también es una habilidad que debemos poner en
forma”, relató a Business Insider.
Fuente: Yahoo Vida y Estilo
Foto: Facebook.com/Matthieu-Ricard
https://es.vida-estilo.yahoo.com/post/138492555618/el-secreto-de-la-felicidad-seg%C3%BAn-un-monje-budista
El Dharma es naturaleza y ley de esa misma naturaleza. Si actuamos acorde al Dharma, el resultado será el bienestar, la tranquilidad, el alivio, y la felicidadd. Sin embargo, si nuestras acciones no se corresponden al Dharma, el resultado será dukka - la insatisfacción, el dolor, la angustia, la frustración.
Si observamos dentro nuestro el Dharma tiene cuatro aspectos.
La naturaleza, la ley que rige sobre esa naturaleza, el deber que nos indica el modo de actuar en correspondencia con esa ley y los frutos o beneficios de obrar con esa ley. Por ejemplo, el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte es parte de nuestra naturaleza, la ley que rige esa naturaleza es la impermanencia, todo cambia. Actuar correctamente ante esta ley es no identificarse con las formas del cuerpo, adiestrar la mente. Los frutos y beneficios es una mente pura que trasciende los estados transitorios de la vida y de la muerte.
Debemos contemplar con detenimiento, puesto que hay acciones que parecen estar envueltas en buenas intenciones, al principio podemos sentir sensaciones agradables, pero si no corresponde con el Dharma, entonces tarde o temprano volveremos ser arrastrados por Dukka.
(En el budismo el elefante representa la mente del meditador, un elefante negro es una mente impura, arrastrada por dukka, un elefante blanco es señal del adiestramiento de la mente hacia una mente pura).
Fuente: Hogar Del Dharma en Facebook
No hay maldad en el corazón de las personas, hay ignorancia en la mente que contamina el corazón.
Si se disipa la ignorancia se acaban las acciones perturbadoras, ¿Como se disipa la ignorancia? Amando. Solo amando al otro, amándote a ti mismo, amando la vida. Entonces te interiorizas por conocerte y transformarte, entonces contagias a todos los que te rodean y por añadidura llegan la paz y la felicidad.
Una mente más allá de los juicios observa y comprende. (Budha).
No entres en consideraciones de qué está bien y qué está mal, porque si lo analizas estarás dividido. Elije una actitud de atención consciente, simplemente observa ambas opciones pero no elijas.
Si cultivamos esta habilidad de observar las cosas, nos daremos cuenta de cuando algo es propicio para nuestro desarrollo y cuando algo es contraproducente, no por estar juzgando, sino por observar profundamente la naturaleza de las cosas.
No os guiéis por lo que escuchéis decir a otros, ni por la tradición, ni por meras afirmaciones, ni por las revelaciones de los llamados libros sagrados, ni por abstractas deducciones lógicas, ni por métodos solamente deductivos, ni por razonamientos basados en apariencias, ni por las opiniones o suposiciones establecidas. No os guiéis por fenómenos aparentemente reales, ni tampoco por las palabras de un asceta o de un maestro.
Pero, si vosotros mismos llegáis a comprender que esto es equivocado, que esto, puesto en práctica, causa desgracia y dolor, a uno mísmo y a otros, reprobádlo entonces.
Si, por el contrario, comprendéis que esto es justo, que esto es verdad, que esto puesto en práctica, redunda en liberación y felicidad para vosotros y para otros, entonces aceptadlo y vivid conforme a ello.
Angattara-Nikaya IV,193
Buda
VIGÉSIMO TERCERA SEMANA - Del Manual para la plena consciencia
* Thich Nhat Hanh
Esta semana me comprometo a dar la menor energía posible a los pensamientos que me producen malestar, manteniéndolos el menor tiempo posible en mi mente. Les diré cada vez que aparezcan: «¡Hola! ¡Otra vez aquí! Ya te conozco, te sonrío y te dejo partir, sigue tu camino». Y me centraré en sentir mi respiración, cambiaré ese pensamiento por otro que me dé alegría. (Es como cambiar un c.d. que no nos gusta por otro más agradable).
Fuente: * Thich Nhat Hanh
... Hay otra idea equivocada que se hace mucha gente cuando oye por primera vez enseñanzas sobre bodichita. Como para beneficiar a los demás de la forma más profunda y completa es necesario desarrolar plenamente nuestro potencial interno, creen que no pueden hacer《nada》por ayudarles hasta que sean budas. "Primero tengo que estudiar durante muchos años", piensan, "y entonces podré empezar la práctica del adiestramiento mental. Después de largo tiempo, habré desarrollado la renuncia y la bodichita y en algún momento del futuro distante, cuando me haya iluminado, podré empezar a beneficiar a los demás".
Esa actitud es totalmente equivocada; solo estaremos agobiándonos con una concepción rígida de cómo puede desarrollarse nuestra vida espiritual. No es más que otra inhibición, otra fantasía. Si creemos intensamente en ese programa prefijado de nuestra vida, antes de que nos demos cuenta, la muerte vendrá y ¡no habremos ni siquiera empezado!...
Fuente: Abrir el corazón, Lama Thubten Yeshe
Complejo de inferioridad
Thich Nhat Hanh
Pregunta: ‘Querido Thay, yo solía sufrir de un gran complejo de inferioridad, el cual fue aminorándose gracias a la práctica. Ahora estoy mejor pero aun siento, en algún lugar escondido de la conciencia, una sensación de baja estima hacia mí mismo. ¿Cómo puedo liberarme del complejo de inferioridad, y cómo puedo equilibrar la auto estima cuando emerge el complejo de superioridad?’
Thay: Según las enseñanzas del Buda, la baja autoestima provoca enfermedad y sufrimiento. Pero también la alta auto estima causa enfermedad y sufrimiento.
El creer que soy importante y superior a otros me hace sufrir.
Y aún el pensar que soy igual a otros también es una especie de enfermedad
porque el complejo de igualdad es también un pensamiento ilusorio o equivocado:
‘Yo no soy inferior a esa persona, yo soy igual que ella.’ En esta manera de pensar sigue existiendo comparación entre dos seres o entidades.
El origen del sentimiento de inferioridad, superioridad o igualdad, reside en
la comparación y en el sentirme separado del otro.
La práctica del Budismo consiste en mirar profundamente hacia dentro y
comprender que yo estoy en esa persona. Yo no soy un ente separado,
ambos estamos interrelacionados. Yo estoy en ella y ella está en mí.
Esta es la única manera de terminar con los complejos de inferioridad,
superioridad e igualdad.
Mis dos manos tienen nombres diferentes: Mano derecha y mano izquierda.
Ninguna de las dos se siente superior a la otra y no existe problema entre ellas.
Mi mano derecha no dice: ‘Yo soy la que escribo los poemas de Thay y no tú.
Yo soy la que toca la campana del despertar y no tú. Yo creo que tú no haces nada
y solo te dedicas a holgazanear todo el día.’
No, mi mano derecha no tiene tales juicios ni opiniones. Por eso está contenta.
Nunca hace infeliz a la mano izquierda, porque la mano derecha sabe que
ella y la mano izquierda forman parte del mismo cuerpo. Ellas tienen sus propias diferencias, pero están unidas. El sufrimiento de esta mano es también el sufrimiento de la otra. La felicidad de esta mano es también la felicidad de la otra.
La introspección a través de la mirada profunda nos lleva a la comprensión
de la interrelación entre todo lo que existe. No hay un ser separado del otro.
Todo está interconectado.
Por esto en el budismo es muy importante la enseñanza del no ser,
de la inexistencia de una identidad fija y permanente.
Con la comprensión profunda del no ser es posible eliminar
de raíz cualquier sentimiento de inferioridad o superioridad.
Al llevar la mirada hacia dentro, descubro con asombro
que ahí están las estrellas, la luna, las galaxias.
Todo está dentro de mí.
Y también el reino de Dios está ahí. La tierra pura de Buda también está ahí.
Tengo la naturaleza del Buda. Con esto desaparece cualquier sentimiento de inferioridad. Yo soy el reino de Dios. Todos y cada uno de nosotros
tenemos el reino de Dios dentro.
Esta es la comprensión profunda que puede hacernos libres.
Las personas que carecen de dicha visión suelen tener juicios irreales,
lo mejor es no tomar en cuenta sus opiniones ni lo que piensen de uno.
El reino está dentro de mí, por lo que no hay razón alguna para sufrir de
ningún sentimiento de inferioridad.’
Fuente: Thich Nhat Hanh
Extracto de sesión de preguntas y respuestas en Plum Village, 26 julio 2009
Tomado de la Revista: The mindfulness bell- summer 2015
Caligrafía de Thay
Las Seis Consciencias (Santideva):
Para escuchar las enseñanzas de Dharma, debemos tener una actitud de humildad. Se dice que “en la cima de la montaña de la arrogancia, las aguas de las enseñanzas no permanecen y las flores de las realizaciones no crecen.
En el valle de la humildad, las aguas de las enseñanzas permanecen y las flores de la realización pueden crecer”. Humildad no quiere decir sentirse inferior, sino reconocer nuestras cualidades y límites, reconociendo asimismo las cualidades de los demás, sin considerarlos superiores o inferiores a nosotros.
Para escuchar las enseñanzas de Dharma lo primero es reconocernos como enfermos. Sabemos que estamos enfermos a través de los síntomas de la enfermedad. ¿Cuáles son estos síntomas? El sufrimiento y la insatisfacción principalmente. ¿Y cuál es la enfermedad? La enfermedad es la ignorancia, el enfado, el apego, el deseo. Reconocernos enfermos es requisito para poder curarnos.
Cuando reconocemos la enfermedad y pensamos “no quiero estar enfermo” buscamos un médico, un sanador que nos ayude a sanar la enfermedad. Hasta que no tengamos conciencia de que estamos enfermos interiormente, no haremos nada para sanar la enfermedad.
La primera conciencia es vernos como un paciente enfermo. Nuestra enfermedad es la ignorancia, los celos, el enfado, el miedo, el deseo y la insatisfacción, que se manifiestan con sufrimiento.
Esto no significa que seamos enfermos mentales, es algo mucho más profundo. No tenemos que escuchar las enseñanzas solo para aprender algo nuevo, sino para sanar algo dentro de nosotros.
La segunda conciencia es contemplar el Dharma, las enseñanzas de Buda, como la medicina que nos va a ayudar a sanar nuestra enfermedad. Recibimos las enseñanzas es para sanar la propia enfermedad y el Dharma es la medicina.
La tercera conciencia es contemplar al maestro espiritual como el médico. Además de la medicina, necesitamos un médico, una persona que haga el diagnóstico, que prescriba la medicina que necesitamos. El maestro espiritual nos da la medicina del Dharma, la medicina espiritual, que nos guía hacia la sanación.
Se dice que Lama Gangchen Rimpoché es un lama sanador, que tiene el poder de sanar todas las enfermedades. Nuestra enfermedad más profunda es la de la mente, es nuestro sufrimiento. Las otras enfermedades que podemos tener, sean del cuerpo o las que llamamos normalmente enfermedades mentales, son el resultado de la enfermedad más profunda, la ignorancia.
La ignorancia es una visión errónea de nosotros y del mundo que se manifiesta en egoísmo. El egoísmo, a su vez, se manifiesta en aversión y atracción, a través de los celos, del enfado, del miedo y de todos los demás venenos mentales. Es muy importante ver al maestro espiritual como al médico que nos da la medicina.
Santideva en el Bodisatvachariavatara decía que escuchar las enseñanzas de Dharma y no practicarlas, es igual que ir al médico y leer solo la receta, sin tomar las medicinas.
¿Qué diferencia hay entre no tener medicinas y, tenerlas y no tomarlas? Ninguna. En el monasterio se hace algo parecido con los textos. Por ejemplo, yo tengo muchos textos que no he leído y probablemente, no leeré en mucho tiempo, pero ¡ah! tengo todos los textos de lama Tsong Khapa, de Pabonka Rimpoché, del Lam Rim, los comentarios de los Tantras, todos los textos están ahí, pero ¿que diferencia existe entre no tener los textos y tener los textos y no leerlos?.
Del mismo modo, que diferencia existe entre no recibir enseñanzas de Dharma y recibirlas y no practicarlas. La única diferencia es que las enseñanzas de Dharma dan una impronta positiva a nuestra mente para poder practicar en el futuro. Es mejor que nada, pero si no practicamos, es muy parecido a nada.
La cuarta conciencia es la práctica sincera del Dharma como un proceso de curación. Esto quiere decir que si quiero sanarme, tengo que tomar la medicina del Dharma, que es la práctica sincera. No es suficiente decir los mantras mientras pensamos en otras cosas y tener muchas imágenes de Buda sino conectamos la mente con las imágenes. La sinceridad en la práctica es muy importante y no es fácil.
Con el tiempo, tendemos a hacer la práctica basándonos en nuestra imagen, no solamente la imagen que damos a los demás, sino para decirnos a nosotros mismos “soy un gran practicante, hago la puya al guru, la autocuración, etc” sin tener un contacto directo con las prácticas en nuestro corazón. Es muy importante para nosotros, tener la conciencia de que el proceso de curación es practicar con sinceridad.
Es importante recordar que el Dharma está dentro de nosotros. El Dharma no está en las estatuas, en las imágenes, en los textos, no está en el maestro, todo esto es muy importante para representar el Dharma que nosotros tenemos que desarrollar dentro. El verdadero Dharma está dentro de nosotros y tenemos que practicarlo. Esta es una de las razones por las que el budismo no gusta a alguna gente; es un camino espiritual donde somos responsables de nuestro desarrollo.
Algunas personas dicen “llevo ya cinco años practicando con mucho esfuerzo y todo sigue igual, el Dharma no funciona.” La pregunta sería, ¿ estás más calmado que tres años atrás? Dice sí. ¿Sientes menos insatisfacción? Dice si. ¿Tienes más concentración? Dice si. ¿Eres menos violento? Dice si. ¿Como puedes decir que no está funcionando?
El problema es que tenemos la expectativa de que en cinco años vamos a alcanzar la iluminación y ser un bodisatva. Tenemos que recordar que es un proceso gradual, tenemos un conocimiento mínimo de nosotros mismos. Cuando se empieza a practicar con sinceridad, con el tiempo, vamos a conocernos a nosotros mismos más profundamente, vamos a ver muchos defectos que antes no veíamos. Podemos pensar que hemos empeorado, pero no es así.
La quinta conciencia la larga permanencia en el sendero del Dharma. Para obtener un resultado, es necesario practicar durante mucho tiempo. No basta un día, dos días, un año, dos años. Si tengo una enfermedad crónica ¿en pocos días se puede sanar o necesita de un tiempo más largo?.
La enfermedad de nuestra mente es crónica, El proceso de curación es gradual. Dentro de este proceso de curación, tenemos que regocijarnos de cada paso que damos y no pensar que es mucho tiempo. Cada paso que damos nos tiene que hacer felices.
Para transformarnos necesitamos tiempo y mucho esfuerzo, hasta que lleguemos al punto de no retorno. El camino espiritual es un camino donde se necesita constancia y esfuerzo. Si yo quiero hacer el maratón de las próximas olimpiadas, tengo que entrenar de forma constante, no es suficiente con entrenar diez días con mucho esfuerzo y después estar tres meses sin hacer nada. Tengo que hacerlo todos los días.
No tenemos que pensar “¡Ah, se necesita mucho tiempo! entonces yo no puedo porque tengo ya muchos años.” Tenemos que recordar que el tiempo es relativo. Se puede practicar muchos años y hacer muy poco, y en un día, hacer mucho. Lo que marca la diferencia del tiempo es la calidad del tiempo.
No es el tiempo material de minutos, horas, días, años. Si pudiéramos usar los sesenta segundos de un minuto, un minuto sería muy largo. Si conseguimos dedicar nuestra vida a practicar el Dharma en todas las circunstancias; con la familia, en el trabajo, a solas, con otras personas, es posible hacer mucho en un tiempo material pequeño.
Si para practicar el Dharma tenemos que estar sentados en meditación, necesitaremos de mucho más tiempo material para practicar. Del mismo modo, si me siento a meditar cada día quince minutos o media hora, después de un mes voy a tener buenos resultados. Si medito media hora, una hora, cada quince días, necesito de mucho más tiempo para tener algún resultado. Tenemos que usar el tiempo con calidad, en un día se puede hacer mucho, en un año se puede hacer mucho.
La quinta conciencia es que necesito practicar el Dharma con sinceridad, de forma constante y largo tiempo para ver los resultados completos.
La sexta conciencia es la conciencia del estado de ser de un buda. Si no creo en la posibilidad de alcanzar el estado de iluminación, no puedo hacer esfuerzo para practicar el Dharma. Quiero alcanzar la iluminación, porque creo que es posible, porque creo en mi naturaleza pura. Sin esta conciencia de reconocimiento de nuestro potencial, es muy difícil poner esfuerzo para alcanzar el estado de un buda.
Resumiendo los pasos son: Estoy enfermo. El Dharma es la medicina que puede curar mi enfermedad. El maestro espiritual es el médico que me da la medicina. Practicar con sinceridad el Dharma, es el proceso de curación. Este proceso de curación necesita de un tiempo largo y de constancia. Es posible alcanzar el resultado final que es la iluminación.
Fuente: Thuk Je Che Tibet ,en Facebook

Sabemos que la plena conciencia es fuente de alegría, de Felicidad. La gente se queja de que no posee Felicidad y debemos decirles que ya poseen condiciones para ser felices. Ayudarles a reconocer las condiciones de Felicidad que ya poseen. Las flores del cerezo están ahí, pero no son capaces de contemplarlas y disfrutar de las flores de cerezo. El sol brilla, llega la primavera, todas esas cosas son maravillas de la vida y, sin embargo, están atrapados por algo. No son capaces de reconocer estas condiciones para la felicidad. Tienen un cuerpo pero no tienen acceso a su cuerpo. Es curioso, tienen un cuerpo pero no tienen acceso a él.
(Thich Naht Hanh)
(Fotografía: choebay, instagram)

(Jetsunma Tenzin Palmo, "Una cueva en la nieve", Ed. RBA integral)
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(S.E. Kyabye Kalu Rinpoche, "Budismo profundo", Ed. Chabsel)
(Imagen: choebay, Instagram)
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S.E. KYABYE KALU RINPOCHE - "Budismo Profundo", Ed. Chabsel)
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